En la Biblia hay tanto lámparas como vasijas. ¿Qué significa preparar aceite en las vasijas? Proverbios 20:27 nos dice que el espíritu del hombre es lámpara del Señor. La lámpara representa el espíritu del hombre. Entonces, ¿qué representan las vasijas? Romanos 9:21 y 23-24 nos dicen que nosotros mismos somos los vasos de Dios, hechos para contener a Dios. Como vasos de Dios somos seres humanos con un alma. Nuestro espíritu es la lámpara y nuestra alma es el vaso o la vasija.
Antes que fuéramos salvos, nuestro espíritu estaba oscurecido y amortecido (Ef. 2:1,5).Carecíamos de toda sensación en relación con nuestro espíritu, y parecía que en nuestro ser no había tal espíritu. Cuando escuchamos el evangelio o cuando leímos la palabra del evangelio, algo resplandeció en nuestro interior y recibimos la luz. A medida que esta luz pudo penetrar en nuestro ser, nos arrepentimos e invocamos el nombre del Señor. De inmediato, algo en lo profundo de nuestro ser fue avivado, por lo que comenzó a arder y a resplandecer. Tuvimos la sensación de que en lo profundo de nuestro ser había algo viviente, ardiente y resplandeciente. Esto significa que el Espíritu de Dios había entrado a nuestro espíritu para iluminarnos y vivificarnos. (Jn.3:6).
Aún cuando nuestro espíritu fue avivado, me temo que nuestra mente no haya sido saturada por el Señor y que Él no haya impregnado plenamente nuestras emociones. Mucho me temo que en ciertos asuntos hayamos rechazado al Señor. Incluso algunos no están dispuestos a orar, debido a que temen que el Señor Jesús los atrape en cuanto a cierto asunto en particular que ellos alojan en su mente o en sus emociones. Tal vez durante algunos días algunas hermanas resistieron al Señor Jesús cuando Él intentó expandirse en sus emociones con respecto al amor que ellas sienten por ciertas cosas.
Todos los cristianos tienen sus lámparas encendidas, pero son muchos los que no tienen ni el deseo ni la intención de acumular aceite en sus vasijas. Ellos son salvos y tienen al Señor en su ser. Aunque tienen su lámpara encendida, tales creyentes no deberían sentirse en paz. Todavía tienen un problema, no tienen suficiente aceite. Ellos tienen aceite ardiendo en sus lámparas, pero no tienen la porción extra de aceite en todas las partes internas de su ser, esto es, en su mente, parte emotiva, voluntad y conciencia. Es maravilloso que tengamos aceite (el Espíritu) en nuestras lámparas (nuestro espíritu), pero todavía en algunos persiste un problema muy grave con respecto a sus almas. Tienen al Señor en su espíritu, pero no en su alma.
Tomado del libro: ¨El reino¨, de Witnes Lee. (Pag. 178,180, 181). Living Stream Ministry.
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